Money makes the world go down 

Kyoto lleva a los jugadores directamente a uno de los temas candentes de nuestro tiempo: el cambio climático, y no con un dedo meneante, sino poniéndolos en la piel de los que toman las decisiones.

Como delegados de distintos países, los jugadores se enfrentan a unas rápidas rondas de negociación en una conferencia sobre el clima. Juntos, intentan alcanzar los objetivos de reducción y proporcionar la financiación necesaria, sabiendo que cada ronda en la que no lo consigan infligirán graves daños al planeta. Pero empeñados en preservar la riqueza de su propio país y siguiendo sus agendas secretas, puede que ninguno de ellos esté dispuesto a dar más de lo absolutamente necesario. Al fin y al cabo, el ganador será quien mejor preserve su riqueza... a menos que el daño inminente a la Tierra sea demasiado grave, en cuyo caso la conferencia fracasará de inmediato y el jugador más avaricioso no podrá ganar.